miércoles, 11 de noviembre de 2009

Estudios sobre sexualidad en El Señor de Los Anillos


La gran conmoción que provoco Seymour Glandestone, en el Centro de Estudios Tolkianos se debió a su polémico ensayo “Y los Elfos son, todos putos: Bases para un acercamiento a la sexualidad de la Tierra Media” en donde se explayaba acerca de las aristas eróticas que se entreven en la monumental obra de J. R. R. Tolkien.
Glandestone en su prólogo invita a levantar las faldas de los habitantes de la Tierra Media. El índice del libro es por demás elocuente y solo hace falta leer sus títulos para comprender hasta que punto el autor se molestó por penetrar en las zonas más oscuras de la obra. El primer capitulo “El mito Hobbit: ¿son todos chiquitos?” se lanza sobre el tabú del tamaño de los pequeños habitantes de la comarca. El segundo “La comunidad del anillo, o la proto comunidad gay” fue el que más reacción encontró entre los seguidores del escritor inglés. Su casa fue atacada por treinta y cinco fans a caballo disfrazados de Rohirrim, quienes luego de ser detenidos declararon que dentro de la casa de Glandestone había dos orcos, pero esté aclaro el malentendido llevando a la policía una foto de su mujer y de su suegra.
Glandestone se hizo conocido en el ambiente Tolkien como Sauron, el gran ojo, en una evidente broma a su defecto visual. Recibió constantes ataques, que se intensificaron luego de dos artículos aparecidos en la revista “Tierra Media” llamados “Las Minas que me Tirith” y “Que buenas están las minas de Moria” Una conferencia que esté dio se vio asaltada por una serie de personas que portaban carteles escritos en elfíco y chiflaban para no dejarlo disertar, Glandestone les contestó en perfecto quenya “I serke muile Aenerdiam amor cam dum” o “váyanse a la recalcada concha de su madre”
A pesar de las enfurecidas huestes tolkianas, Glandestone siguió con sus disertaciones y publicaciones “El abismo de Helm, una alegoría del papo” y “Que hace como andai, la vida oscura de un Uruk hai” Pero sin duda una de las mayores polémicas que desató fue la de su documental fílmico “Ole le ola la, Gandalf se la come Saruman se la da” en la que toma partido por Isengard y ya de forma definitiva deja ver su simpatía hacia los personajes “malos” de la saga. En este documental su lenguaje se vuelve más accesible a los que no tienen demasiado conocimiento de la obra de Tolkien: “las dos torres son pinchilas” dice decidido y agrega cuestionador: "Si no ¿Qué es eso de una torre con un solo ojo?... un pinchilón" se contesta a si mismo.
Hasta su muerte acaecida en 1978, Glandestone mantuvo su inconmovible su actitud académica. Su último articulo analiza las relaciones sexuales de Aragorn ya convertido en el rey Elessar y Arwen, aduciendo que es evidente que no hay nada mejor que un pete elfíco y termina aseverando “Si los elfos no fuesen los mejores peteros que hayan existido, ¿Por qué tendrían las orejas tan finitas en la punta?”

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